Catorce Hormigas decentes estuvimos en la bellísima casa de Carmen Tahío en la reunión del mes de marzo. Disfrutamos de una tarde límpida que nos permitió ver la cordillera en su totalidad y con todo detalle, desde un jardín hermoso cuidado con esmero. Merendamos delicias y, para celebrar los cumpleaños de Carolina y Ana María, se apagó las velas de dos tortas riquísimas. La casa, preciosa y llena de obras de arte, se alegró con la algarabía de las Hormigas que estamos en el país. Faltaron unas pocas por fuerza mayor; ellas y las que se han ido nos hicieron falta y también sus comentarios. Sería chévere que, cuando hayan leído el libro, nos hagan llegar sus comentarios para escucharlos o leerlos en las reuniones; seguramente van a enriquecer la discusión.
Comentamos esta vez Personas decentes, la última novela de Leonardo Padura (La Habana, 9 de octubre de 1955). En el grupo sentimos que el escritor evade el juicio político en las dos épocas en que se desarrolla la historia: en 1910, cuando Cuba era la Niza del Caribe, y en 2016 en el llamado “Deshielo cubano”. ¿Se auto censura el escritor y por eso vive tranquilo? ¿Entra y sale cuando quiere de esa isla estacionada en el tiempo que es combustible para sus libros?
Aunque al Hormiguero le gustan más sus novelas históricas, en este caso se trata de una policial, cuyo protagonista es el ex policía Mario Conde, tal vez alter ego del mismo Padura. El otro es un personaje sobre el que Mario está escribiendo una novela. También es policía pero novato y provinciano y se enfrenta, como él, a las sempiternas corrupción y prostitución cubanas. La historia critica la idiosincrasia de sus compatriotas y los tilda de flojos, seductores y ladrones. Duda que haya personas decentes que puedan destacar o triunfar en un estado revolucionario socialista. Los que se quedaron, para poder sobrevivir, o se corrompen o miran para otro lado o viven soñando con irse. Imposible no ver las similitudes con nuestra propia situación: una élite corrupta y multimillonaria ante un pueblo empobrecido, con hambre y sin esperanzas.
Ya se sabe: la miseria engendra miserables.
Como todo ser humano, el personaje de Conde ha evolucionado, ha envejecido; es menos policía de acción y más de deducción, pero sigue siendo un cubano amiguero, defensor de las mujeres, intuitivo y algo supersticioso, con buena memoria y buen corazón. Una persona decente.
El libro está lleno de simbolismos tan crueles como los de la propia política de la revolución. El que más destaca es el de la muerte, mutilación y robo del censor del régimen, quien por años se dedicó a matar, a robar obras de arte y a la mutilación intelectual de la pureza ideológica de los artistas.
Aunque admiramos su prosa, su habilidad al tratar los diálogos y su ingenio literario al unir episodios históricos curiosos y relevantes con la historia que está narrando y comprendemos que es un gran escritor, el libro sólo sacó cinco coma ocho (5,8) puntos en la evaluación del Hormiguero. No nos atrapó; el principio es brumoso, lleno de personajes, la mayoría desagradables, que tienen nombre, sobre nombre y además algunos un nombre animal o costumbrista. Para muchas resultó un esfuerzo culminar la historia. Reconocemos que mejora mucho al final que, muy digno de Padura, es esclarecedor y perfecto.
Leeremos en papel—un lujo— el libro que amablemente nos hizo llegar Fernando Martínez Mottola por medio de Carmen Tahío. Se titula La mala racha; el autor se comprometió a venir a la discusión del libro. Si da tiempo, leeremos también Los abismos, de Pilar Quintana.
Al final de la merienda, Graciela preguntó que cuál papel toilette estábamos comprando, porque los que conseguía eran horribles. De inmediato surgieron opciones, todas importadas, hasta iraníes. Como fin de fiesta, Carmen Tahío nos rifó seis rollos de papel suavecito; las que ganamos salimos encantadas. Yo lo acabo de estrenar y lo agradezco.
NS
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Gracias, Nacha. ¡Este libro prometía más al comienzo! ¡Sobre todo porque la lectura se hizo complicada entre las épocas! ¡Tiene un buen final!
¡Qué delicia leer tus minutas Nachita! ❤️🙌🙌 El libro no fue de los mejor recibidos pero siempre hay aprendizajes importantes, y en este caso también similitudes con nuestra realidad. La tarde de la reunión y tu minuta, 20 puntos❤️❤️❤️