El blog de Las Hormigas

¡Saludos formíceos! Desde Caracas, Venezuela, le damos la más cordial de las bienvenidas a este registro de actividades del club de lectura Las Hormigas.

Adiós, Milan

Milan Kundera (foto tomada de BBC News)

 

Anteayer ha fallecido Milan Kundera, el gran escritor checo. Wikipedia en Español apunta estos datos:

Su primera novela, La broma (Žert), una sátira del comunismo estalinista, ha sido traducida a veintiún idiomas y obtuvo en 1968 el Premio de la Unión de Escritores Checoslovacos. Catalogada por Louis Aragón como «una de las mayores novelas de nuestro siglo», es, según el propio autor, una novela de amor; la obra trata de una broma —una chanza fútil y mal comprendida— en un mundo que ha perdido el sentido del humor, estando encuadrada la comedia privada en el gran espectáculo de la política.

La vida está en otra parte (Život je jinde, 1969) fue galardonada con el Premio Médicis a la mejor novela extranjera publicada en Francia durante el año de su aparición (1973). En esta novela, cada capítulo es narrado en modo diferente: algunos como narración «continua» —con vínculo causal entre los capítulos—, otros como narración onírica y otros como narración «polifónica» —donde el devenir del protagonista se entrecruza con episodios paradigmáticos de la vida de poetas como Rimbaud o Lérmontov.​

Su siguiente novela, La despedida (Valčík na rozloučenou, 1973), obtuvo el Premio Mondello al mejor libro editado en Italia.

En 1981, el conjunto de la obra de Kundera mereció en Estados Unidos el Commonwealth Award, premio otorgado simultáneamente al conjunto de la obra dramática de Tennessee Williams. Ese mismo año, la publicación de El libro de la risa y el olvido (Kniha smíchu a zapomnění) le valió la revocación de su ciudadanía checoslovaca. Dicha obra constituye una inusual mezcla entre novela, colección de relatos y reflexiones del autor, donde se relatan las vicisitudes de varios ciudadanos checoslovacos que se oponen al régimen comunista de diversas maneras. En El libro de la risa y el olvido, el escritor define por primera vez el concepto de lítost, palabra de origen checo que se traduce al castellano como ‘autoconmiseración’. Describe la lítost como «un estado de padecimiento producido por la visión de nuestra propia miseria puesta repentinamente en evidencia cuando nos comparamos con otro».

En 1982, recibió el Premio Europa de Literatura. Publicó en 1984 La insoportable levedad del ser (Nesnesitelná lehkost bytí), considerada su obra maestra. El libro narra la fragilidad del destino de una persona, resaltando cómo la vida de un solo individuo carece de importancia dentro del concepto del eterno retorno de Nietzsche, ya que, en un universo infinito, todo se repite una y otra vez. Por otra parte, la novela es considerada como un referente a la hora de intentar comprender la disidencia vivida en Europa del Este durante la Guerra Fría. La obra fue llevada al cine por el director estadounidense Philip Kaufman en 1988.

En 1985 obtuvo el Premio Jerusalén, galardón que se concede a escritores cuyo trabajo haya destacado en la lucha por la libertad dentro de la sociedad actual. Su última novela en lengua checa, La inmortalidad (Nesmrtelnost, 1990), es más cosmopolita que sus anteriores trabajos. Posee un contenido más explícitamente filosófico y menos político, y marca el tono de posteriores novelas. Entre estas cabe destacar La lentitud (La Lenteur, 1994), La identidad (L’Identité, 1998) y La ignorancia (L’Ignorance, 2000).

En 2006 se publicó por primera vez en su país La insoportable levedad del ser, veintidós años después de que se editara en París; y, al año siguiente, recibió el Premio Nacional Checo de Literatura, en cuya entrega no estuvo presente aduciendo problemas de salud. En 2010 fue nombrado duque de Amarcord por el Rey Xavier I (Javier Marías), convirtiéndose así en el primer escritor checo en obtener título nobiliario en el ficticio Reino de Redonda.

Su última obra, La fiesta de la insignificancia (La fête de l’insignifiance, 2014), si bien es una novela, también ha sido considerada como un trabajo de ensayo, introspección y teología. En ella, el autor asocia el humor con la insignificancia, entendiendo que esta insignificancia no implica mediocridad, sino que, por el contrario, supone una mirada lúcida que invita al mundo a reconciliarse con su imperfección.

Fue mencionado con frecuencia como nominado al Premio Nobel de Literatura.

El 21 de septiembre de 2020 le fue otorgado el Premio Franz Kafka en reconocimiento a su trayectoria literaria. El jurado aclaró: «Su obra representa no sólo una contribución extraordinaria a la cultura checa […] sino que ha tenido un eco en la cultura europea y mundial, después de haberse vertido en más de 40 idiomas». Al tiempo que le fue devuelta su nacionalidad checa.

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El pasado 9 de marzo se incluyó acá estas palabras suyas, típicas, en Citas memorables:

Aunque no sea más que una ridícula ilusión, uno está persuadido de que debe escribir para decir lo que nadie ha dicho. Decir lo que nadie ha dicho significa contradecir a todo el mundo. Escribir, por lo tanto, es el placer de contradecir, la felicidad de estar solo contra todos, la alegría de provocar a los enemigos e irritar a los amigos.¶

LEA

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60 años de Rayuela

Agencia EFE – junio 29, 2023

 

Argentina celebró el miércoles los 60 años de Rayuela, la obra cumbre del escritor Julio Cortázar, que redefinió la literatura hispanoamericana y cambió la forma de sumergirse en los libros, en busca de una nueva generación de lectores con un recital público en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires.

La efeméride reunió durante esta semana a varios escritores para reflexionar sobre la vigencia de esta obra, publicada en 1963, que en la jornada de su aniversario fue el centro de una lectura en voz alta por parte del público más joven.

Es considerada uno de los textos más rupturistas y originales de la segunda mitad del siglo XX y pasó a la historia al proponer distintos tipos de «juegos» con lectores activos, ya que quien lo lee puede crear una estructura propia, lenguaje y hasta construcción lúdica sin que el «cuento» pierda sentido.

«Es un texto que vende 10.000 ejemplares por año a 60 años de su publicación, claramente su vigencia está fuera de discusión», dijo a EFE la periodista Mariana Iglesias, especialista en Cortázar.

Aquel que se anime a «jugar» con Rayuela podrá encontrar temas como el amor, las artes y la música bajo un estilo propio, mientras indaga en la relación «existencialista» de un intelectual Horacio Oliveira y La Maga.

«A su manera, este libro es muchos libros, pero sobre todo es dos libros», solía decir Cortázar sobre su obra, debido a que rompió el molde mediante un nuevo pacto de lectura. Se puede leer de principio a fin, saltando capítulos -según un tablero de dirección- o en «el orden que el lector desee».

«Cortázar nos propone ser activos y decidir el camino a través de sus personajes, de los espacios, la música y las artes; por eso es un libro infinito», agregó Iglesias.

El texto destaca la invención de un lenguaje compartido por los enamorados que se interpreta como un juego y la fuerte presencia del jazz, una de las grandes pasiones del escritor, que la disfrutó durante su estadía en París.

Impresa por la editorial Sudamericana gracias al español Francisco Porrúa, la novela establece la traslación de un espacio-tiempo a otro, de Buenos Aires a París y viceversa.

Este libro le valió a su autor reconocimiento internacional, formar parte del ‘boom latinoamericano’ que reunió a grandes escritores como el colombiano Gabriel García Márquez o el peruano Mario Vargas Llosa, y ejercer una influencia determinante en el campo de las letras argentinas.

Cortázar -que además de escribir cuentos, poesías, cartas, críticas y traducciones- fue un gran seguidor del otro célebre escritor argentino, Jorge Luis Borges, estudió Filosofía y Letras y tradujo al español a Edgar Allan Poe.

Hijo de padres argentinos, nació en Bélgica en 1914, pero creció a las afueras de Buenos Aires, en la localidad de Banfield. Se marchó a París en 1951 gracias a una beca y no regresó a Argentina debido a que las obras del autor fueron prohibidas por la última dictadura argentina (1976-1983). Falleció en 1984 en la capital francesa, donde reposan sus restos. ¶

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Volver a cuándo

Tomado de El Nacional

18 de junio de 2023

 

Ibsen Martínez

 

«La llamada no-ficción puede distorsionar: los hechos pueden realinearse. Pero la ficción nunca miente».

Esto afirmaba V. S. Naipaul, premio Nobel de Literatura de 2001, al discurrir sobre su oficio. Es cierto que Sir Vidia era aficionado a la provocación intelectual, pero en esto, tan central a la tarea de un gran novelista e insuperable observador profesional del Tercer Mundo, no creo que bromease. Pensé inmediatamente en su proverbio no bien terminé de leer —por segunda vez en cosa de semanas— la novela Volver a cuándo (Siruela), de la venezolana María Elena Morán. El título ya habla de la irresistible intuición poética con que la autora ganó en Madrid la edición de 2022 del consagratorio Premio de Novela Café Gijón.

Su argumento puede declararse brevemente, no así la suprema hechicería puesta en su composición. Morán nació en Maracaibo en 1985 y es guionista de alta competencia—un filme, de cuyo guion es coautora, cosechó premios este año en Cannes—. Su excepcional dominio de la escritura dramática irriga deltaicamente todos los capítulos su novela.

Un día, a fines de la década pasada, Nina abandona Maracaibo, su ciudad natal, y en busca de un destino mejor cruza la frontera del Brasil. Deja a Elisa, su hija preadolescente, al cuidado de Graciela, su madre. Graciela ha enviudado recientemente y sobrelleva mal el duelo en medio de la catástrofe de la red eléctrica del país que, en memorable ocasión, llegó a dejar sin luz eléctrica a casi todo el territorio, por completo —frigoríficos, quirófanos, laboratorios de bioanálisis, salas de neonatos, líneas de metro, oficinas públicas—, durante semanas enteras.

Separarse de su hija mientras se emigra en procura de un empleo que permita tenerla consigo y darle una vida decorosa y educación prestante, no entraña, desde luego, un abandono desalmado. Es la circunstancia de muchísimas emigrantes solas que arrostran penurias sin cuento, expuestas a la xenofobia. El campamento de acogida en Brasil es incendiado por lugareños xenófobos.

«Si Elisa estuviera con ella, tal vez sería más fácil —piensa Nina—, pero […] tendría que ser una niña con el sello del desprecio».  Prefiere no arrastrar por ahora a su hija al desamparo de la emigración. Nina  y Camilo, el padre de la niña, han sido fervientes activistas del chavismo cuyo compromiso con la revolución bolivariana se acendró, justamente, en  los tumultuosos años que precedieron la muerte del «Comandante Eterno».

Camilo ha llegado a ser, joven aún, parte del alto funcionariado chavista a cargo de los planes sociales. Camilo es interfaz viviente entre el Estado y la muchedumbre de los excluidos y los vulnerables. Nina y Camilo se han separado, con alguna trepidación, poco antes de la muerte de Chávez, en 2013.  En esto, sin duda, descansa la osada singularidad de esta novela que transmuta en gran estilo una parte —solo una parte— de la experiencia personal de la autora.

Uno de los pasajes más regocijantes, por su maestría al narrarlo, dispone que entre Camilo y Nina, quien vive ya en un doble desencanto, del régimen y de su marido, ocurra lo que Valle-Inclán habría llamado una “reconciliación cobarde” y poco duradera. El disparador del reencuentro son las aparatosas honras fúnebres de Hugo Chávez.

La lengua literaria de Morán se goza a ratos en los modismos y desinencias del habla de su patria chica, Maracaibo, donde se vosea como en Antioquia o Managua o Buenos Aires. Logra con ello una extraordinaria fluidez narrativa. La parla de izquierdas y la Vulgata marxista son objeto de su ironía pero no menos que las letanías clasistas de nuestras derechas. La perspicacia emocional que Morán dedica a las  tres mujeres de esta historia es conmovedora. Pero es en el examen de sus personajes masculinos donde la acuidad de su mirada brinda lo más cautivante de su escritura. Mi favorito es un coyote llamado Perro que opera en la frontera entre México y los Estados Unidos.

Con Camilo, Morán ha redondeado un idiosincrásico ejemplar de lo que, a falta de otra expresión, llamaré «masculinidad de izquierda latinoamericana, después de Seattle». No es una caricatura, es el personoide de un arquetipo autoritario y manipulador que en una pugna interna cae en desgracia con el régimen.

Tiene entonces la ocurrencia de secuestrar a Elisa y llevarla ilegalmente, con zalamerías y promesas, ¡a los Estados Unidos!, ¿dónde más van los exchavistas? Camilo espera que el secuestro allane una reconciliación marital. “Seremos tres o no seremos nada”, dice el campanudo excamarada. Allí, en Houston, viven sus adinerados padres a quienes parasita.

La reacción de Nina, a su vez exchavista impecune en el Brasil de Bolsonaro, es, naturalmente, batirse por la custodia de su hija. No incurriré en un spoiler de lo que sigue pero no tema el lector: María Elena Morán no nos depara un Kramer contra Kramer chavista sino una de las mejores novelas  sobre el desencanto político en nuestra región, escrita con muchísimo más que mera solvencia, por una joven novelista de nuestro tiempo.¶

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Nota ortográfica

Tomado del Blog de Dr. Político

 

En estos tiempos esdrújulos* en los que todo es épico, icónico, dramático, protagónico… es natural que abunden los signos de admiración, también llamados de exclamación. Las damas tienden a usarlos con más frecuencia; a fin de cuentas, suyo es el territorio de las emociones. También, por supuesto, el de los decretos domésticos. (En toda cultura. Ver video abajo).

Wikipedia explica:

Un signo de exclamación o signo de admiración (¡ !) es una seña escrita que denota sorpresa, asombro, alegría, súplica, mandato, deseo, etc. Se escribe signo de admiración de apertura («¡») y signo de admiración de cierre («!») para indicar el principio y el final de una exclamación respectivamente. (…) En español los signos de exclamación deben colocarse de forma obligatoria al comienzo y al final del enunciado correspondiente. Aunque en otras lenguas únicamente se coloca el signo de cierre, la entonación del español exige que sea necesario también el signo de apertura. (…) Los signos de exclamación se escriben separados por un espacio de las palabras que los preceden y que van tras ellos, pero pegados a la primera y la última palabra del enunciado que enmarcan. (…) En los textos literarios o muy expresivos está permitido utilizar dos o tres signos de exclamación al principio y al final del enunciado para dar mayor énfasis a la exclamación. Sin embargo, ese procedimiento no se debe extender a otros usos.

 

 

LEA

*A propósito de tiempos esdrújulos, he aquí un fragmento de mi participación en el programa Y así nos va (Daniel Lara y Nehomar Hernández, conductores) del 17 de marzo de 2015:

 

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Tarde de Hormigas

 

Premio Alfaguara 2021

 

Nos reunimos en mi casa para discutir el libro Los abismos de Pilar Quintana. Como siempre, la reunión de las Hormigas es una delicia social donde el entusiasmo y la alegría de vernos es lo que más nos mueve. Algunas que estaban en Caracas no pudieron asistir, pero apareció María Elvira que tenía tiempo sin ir a las reuniones. Pero la sorpresa de la tarde nos la dio Carolina, que asistió con su voluntad y las ganas de no perderse la reunión. La alegría de su presencia fue total. El quórum fue bastante bueno, y además tuvimos una invitada del grupo Las Tulipanas, Maríanela Ortega, una gran lectora y mejor amiga.

La lluviosa tarde no impidió el encuentro, y una tabla de quesos y fiambres que trajo Carmen Tahío hizo las delicias del Hormiguero.

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Pilar Quintana, escritora colombiana nacida en Cali en 1972 (51 años), fue la ganadora del Premio Alfaguara 2021 con su novela Los abismos. Ha influido en el cine, la televisión y la literatura contemporánea como guionista y narradora. Tras el éxito de La perra, Pilar Quintana se consolida en el lugar que ha conseguido en las letras latinoamericanas.

Los abismos es un relato estremecedor; la hija asume las revelaciones de su madre y los silencios de su padre para construir su propio mundo.

La novela se adentra en la oscuridad del mundo de los adultos a través de los ojos de una niña. La autora ha creado una historia poderosa, narrada desde la aparente ingenuidad que contrasta con la atmósfera desdichada que rodea a la niña. La narradora tiene ocho años.

Los abismos son una madre depresiva, un padre celoso, una muñeca suicida, una ausencia que flota como un fantasma. La selva amenazante, la oscuridad, la bruma que rodea la quinta y los fantasmas y tradiciones que asustan a la niña. Mujeres conectadas por la fatalidad.

El libro, como es costumbre en las reuniones de las Hormigas, dio para una buena discusión. Para todas, la madre y sus problemas de salud mental son el centro de la novela. Carolina dijo que cuando la niña veía las fotos de sus abuelos pensaba que la selva de su mamá eran los muertos renacidos.

Total, que a todas nos gustó el libro; sacó un alto puntaje, 7 puntos y medio, y al final terminamos contando anécdotas de cada una cuando estábamos a esa edad, nuestros traumas y vivencias. Como siempre, nos reímos a carcajadas en una tarde llena de sabiduría y compañerismo. Además, le cantamos cumpleaños a Rosa Elena, que era al día siguiente.

Se repetirá la reunión con el próximo libro: El retrato de casada, de Maggie O’Farrell. ¶

Graciela Behrens

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Toda la literatura es, en el fondo, infantil

Tomado de

Alejandro Zambra

 

A Alejandro Zambra (Santiago de Chile, 1975) le dijo una vez una editora italiana que la literatura infantil le sentaba mejor a su estilo, que sus novelas eran demasiado infantiles. Fuera de sentirse contrariado, sintió entonces Zambra que lo que a la editora italiana le sonaba a demérito era para él casi una declaración de intenciones, ya que quien escribe intenta ver las cosas como por primera vez, igual que un niño.

Y eso es lo que nos propone en su último título, Literatura infantil (Anagrama, 2023), un libro singular, híbrido, que mezcla el diario de paternidad con la ficción pura. Que es, al mismo tiempo, una carta a su hijo (Silvestre) y una declaración de principios. Dice Zambra: “Quienes nos dedicamos a escribir lo hacemos porque deseamos recuperar percepciones borradas por el presunto aprendizaje, que nos volvió tan frecuentemente infelices”.

Este libro, así, es un juego muy serio, profesional, como el de los niños. Un libro que sirve para acompasar los misterios de la felicidad de ver crecer a un hijo, al tiempo que es una reflexión sobre la literatura y el lenguaje y una apuesta por una paternidad consciente, entregada, presente. José de Montfort conversa con el autor chileno afincado en México en las oficinas de la editorial Anagrama, aprovechando la visita a Barcelona del autor para promocionar su obra.¶

 

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¿Cómo afectará la inteligencia artificial a la creación artística?

Tomado de

La investigadora Elena González-Blanco, experta en IA y doctora en Filología hispánica está al frente de dos proyectos en los que desarrolla la inteligencia artificial en español

 

En estos perfiles pueden ver a Tom Cruise, Margot Robbie o Keanu Reeves haciendo cosas cotidianas como comer una hamburguesa o imitar los bailes de moda de Tiktok. Estos tres perfiles son falsos y utilizan una inteligencia artificial para colocar el rostro de estos actores en el de la persona que realmente está siendo grabada. Lo más preocupante de todo ello es que mezclado con otra inteligencia artificial que copia sus voces resulta imposible identificar al trasunto artificial. 

Geoffrey Hinton, conocido como el padrino de la inteligencia artificial, advirtió de los riesgos de estas tecnologías cuando abandonó Google: “Ya no seremos capaces de saber qué es verdad”. Además de estos riesgos, las IA abren un inmenso abanico de posibilidades creativas. ¿Podrá el ChatGPT del futuro escribir un Quijote? o mucho más difícil ¿un poema?

Las IA con las que llevamos jugando unos meses también comparten el hecho de haber sido diseñadas, programadas y entrenadas en inglés. La investigadora Elena González-Blanco, experta en IA y doctora en Filología hispánica está al frente de dos proyectos en los que desarrolla la inteligencia artificial en español. En una entrevista con Vozpópuli, aborda algunas de las cuestiones del futuro de las IA.

Pregunta. ¿Cómo termina una doctora en Filología al mando de proyectos de inteligencia artificial? 

Respuesta. Ha sido una evolución, al final uno de los retos que siempre se han planteado en la inteligencia artificial desde la época de Alan Turing es que las máquinas puedan hablar. Y que las máquinas puedan hablar no solamente depende de la computación, sino también de la lingüística. Para mí, que comencé una carrera investigadora trabajando en tecnologías para el texto, esos primeros años en Harvard, me di cuenta de que teníamos una oportunidad enorme de aplicar la tecnología a todo lo que era humanidades y texto. 

Uno de sus proyectos actuales, LyrAIcs, un recomendador musical, del estilo de Shazam y Spotify ¿en qué se diferencia de otras aplicaciones? 

LyrAIcs es un proyecto de investigación, que recomienda la música analizando la letra de las canciones, el contenido de la letra. Normalmente los recomendadores de música funcionan o bien por género musical o bien por las preferencias del usuario a la hora de escuchar un tipo u otro de género musical. En este caso, nosotros lo que buscábamos era ir a la parte del contenido de la canción, y además enfocado en el español porque al final muchas de las tecnologías que se han desarrollado en este ámbito funcionan bien para el inglés, pero en español no tienen solucionado el tema lingüístico. Nuestro foco era ir a la parte de español, entender el contenido y mejorar la recomendación a partir del contenido.

En este proyecto han trabajado poetas. ¿De qué se han encargado?

El equipo es un equipo interdisciplinar en el que han participado investigadores de distintas áreas. Tenemos un lado que viene de la filología y de la literatura y de la lingüística, pero tenemos, por ejemplo, colaboraciones con Álvaro Torrente que es catedrático de ópera en la Universidad Complutense, con Pablo Cervás que también está trabajando en toda la parte de Inteligencia Artificial y Generación de Poesía desde hace mucho tiempo, Salvador Ros que también es director de Laboratorio de Innovación en Humanidades digitales. Hay gente de muy diverso tipo porque al final aquí la aportación era, por un lado, el entendimiento desde el punto de vista literario para caracterizar un tipo de canción u otro y el entrenamiento supervisado por humanos. Cuando tú entrenas un modelo con un corpus, es decir, nosotros teníamos una cantidad de canciones, una base de datos llena de canciones, también necesitas cierta supervisión humana a la hora de saber que lo que estás metiendo ahí, si pertenece a una época o pertenece a un género o tiene una serie de características.

Con todas estas aplicaciones que estamos viendo de generación de textos, ¿es la poesía el género que más le cuesta a las inteligencias artificiales?

Sí, porque la poesía es como la fórmula 1 a la conducción. Al final es llevar el lenguaje a ese punto máximo donde estamos expresando todos los recursos. La poesía tiene metáforas, la poesía tiene elipsis, la poesía tiene alusiones y, de hecho, cuando aprendemos un idioma, una de las cosas más difíciles es entender un poema. Precisamente por eso, porque retuerce el lenguaje. Entonces, yo empecé investigando poesía porque decíamos, si conseguimos que la inteligencia artificial funcione en este contexto, para nosotros va a funcionar de una forma muchísimo más sencilla. Y además es uno de los terrenos que están menos explotados desde el punto de vista de la inteligencia artificial.

Estamos en los primeros años de la llegada de la inteligencia artificial al gran público. ¿Cree que en algún momento una inteligencia artificial va a sacar una obra como El Quijote

La inteligencia artificial lo que hace es reproducir modelos en los que se ha entrenado. Ahora mismo puede imitar obras literarias, igual que obras artísticas, con una calidad muy similar a lo que estamos viendo en sus modelos. Pero esto es una máquina que imita utilizando datos con los que se ha entrenado. No es un tema de que la inteligencia artificial se ponga a crear. El Quijote, por longitud, a día de hoy no es posible porque tienen una limitación de texto que equivale a unas 50 páginas de texto. El Quijote es muchísimo más largo. A día de hoy por extensión no sería posible. Que lo sea en un futuro próximo, sí en cuanto a extensión y a imitación. Pero como digo, tenemos que diferenciar muy bien entre inteligencias artificiales que generan contenido a partir de datos con los cuales han sido entrenados y creatividad humana, que creo que va bastante más allá.

Se habló en su momento de cómo podría influir en el proceso creativo, en el proceso de creación artística, el paso de escribir a mano a escribir a máquina o luego a ordenador o incluso de leer en papel a luego en pantallas, en tabletas. Respecto al proceso de escritura, me imagino al escritor de futuro como una especie de director de taller que le dirá a una inteligencia artificial que cree determinada escena y él acaba puliendo la forma. ¿Ve un futuro así?

Para mí creo que es una herramienta excelente precisamente para hacer ese brainstorming, esa recopilación de ideas o esa búsqueda de ideas. En ese contexto puede ayudar muchísimo a inspirar al escritor desde un punto de vista de ese punto inicial. Yo siempre pienso en la inteligencia artificial como disruptor en la creación como cuando la fotografía apareció en las obras de la pintura. La pintura cambió una barbaridad a finales del XIX cuando empezó a hacer la competencia a los cuadros que trataban de ser realistas hasta ese momento. Entonces, cuando los pintores vieron las fotos empezaron primero a imitar esa fotografía y después a hacer una disrupción, primero con el color y luego con abstracción y demás. Creo que ahora mismo la inteligencia artificial también va a ser un acicate para fomentar una creatividad diferente y estamos en un momento en que estos paradigmas creativos tanto de la escritura como del arte como de la propia educación van a cambiar muchísimo precisamente porque van a dotar a los artistas de unas herramientas que nunca habían tenido hasta ahora.

¿Cómo aplicaría la inteligencia artificial a las carreras que usted ha estudiado?

El sistema educativo tiene que transformarse muchísimo igual que el día que los alumnos tuvieron ordenadores y se conectaron a Internet cambiaron mucho las cosas a la hora de buscar información y acceso a todos los datos. Creo que es más relevante que los alumnos de cualquier carrera sean capaces de discernir entre la información válida, las fuentes de información fiables, el contenido de calidad… Creo que esto es lo más difícil pero no solamente para los alumnos sino también para los profesores. ‘¿Cómo es que mis alumnos hacen los deberes con ChatGPT?, se preguntan muchos docentes, realmente yo creo que esto no es un problema, es una herramienta más, pero quizá lo que hay que preguntar es cómo son los deberes en este caso. Creo que a día de hoy tiene sentido cambiar un poco esa forma de pensar a la hora de educar a las personas porque para empezar no tenemos que profundizar tanto en una serie de materias hasta su más profundo conocimiento sino que hay que dotar a las personas de cualquier disciplina de una serie de capacidades que sean de adaptarse al medio, hablar en público buscar información correcta y utilizar tecnología en su día a día, y luego ya profundizar en los contenidos específicos.

Elena González-Blanco

 

Uno de los riesgos más graves que señaló Geoffrey Hinton, uno de los grandes pioneros de la inteligencia artificial cuando se fue de Google, fue que ya no seríamos capaces de identificar lo que es verdad y lo que no es verdad ¿comparte este temor? 

Creo que hay que desarrollar otra serie de habilidades o de tecnologías para poder hacer que esto no sea así. Saber dónde está la fuente de información fiable y tener un procedimiento para verificarla también será algo que a raíz de la inteligencia artificial tiene que poder ponerse sobre la mesa.

Otro de sus proyectos, ¿Qué es Clibrain? 

Clibrain es una empresa de inteligencia artificial que ha nacido para dar servicio y para cubrir ese gap que hay entre la tecnología en inglés para inteligencia artificial y todo lo que es el español. Nace con el propósito de acercar la inteligencia artificial a cualquier tipo de usuario de una forma sencilla, y de ofrecer también entornos seguros que permitan desarrollar el trabajo sin correr riesgos ni miedos a la hora de enfrentarse a problemas con privacidad de datos o con escándalos o miedos como los que estamos viendo continuamente en la prensa. Por un lado tiene un foco en todo el tema de español porque como te comentaba antes la inteligencia artificial históricamente se ha desarrollado en inglés tanto desde el punto de vista científico, como desde el punto de vista empresarial y hay una parte que todavía no está cubierta y es todas las variedades de español, el español de Latinoamérica, el español de Cádiz…

¿Por qué es tan importante trabajar con las inteligencias artificiales en español? Porque las más comunes yo les escribo en inglés,le digo que me lo traduzcan y me lo hacen al momento.

No es que no funcionen, porque efectivamente funcionan, pero no funcionan tan bien como en inglés. Si ya nos metemos en terrenos como por ejemplo el ámbito legal o ámbitos que son más específicos o que utilizan un tipo de conversaciones como pueden ser de Argentina o de Chile ahí ya no funcionan tan bien. Por ejemplo, el “ahorita” en México significa una cosa y en España otra. Depende también mucho del contexto con el que se haya entrenado y también de las semánticas y las explicaciones culturales que todavía la máquina no ha llegado a asimilar. Por otra parte están todas las instrucciones que normalmente se han elaborado en inglés cuando tú le explicas a una máquina esto, esto y esto, estas instrucciones están traducidas. Hemos visto por determinados ejemplos y determinados casos que muchas veces cuando tú das instrucciones a alguien en inglés en España se lo dirían de forma distinta. Queremos mejorar esa naturalidad con la que le hablamos a la máquina.

A corto plazo, en unos cinco años ¿cómo cree que habrá llegado la inteligencia artificial al público general? 

A cinco años ya no es casi corto plazo, porque están las cosas yendo a una velocidad tan rápida que es vertiginoso. Yo creo que ahora mismo la tecnología mejora bastante, o sea, estamos en un momento en que ya salen cosas nuevas, pero creo que la gran diferencia será ese cambio de paradigma real en todas las industrias. Como ese fiscalista va a utilizar la inteligencia artificial para hacer esa búsqueda en toda la documentación existente… Como todos los empleos que ahora mismo manejan texto y voz, que son prácticamente todos, van a utilizar estas capacidades de la inteligencia artificial para maximizar y aumentar su productividad al 200%. Aquí lo que me preocupa es las diferencias en la velocidad de adopción, que puede ser una brecha importante en el mercado, dado la velocidad a la que se ha producido este cambio. ¶

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La voz de la mujer

¿Una nariz o un tubo de órgano?

Versión original en 2012

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Pon tu mano entre las mías… / temblarán como un canario / y oiremos las sinfonías / de algún amor milenario.

Alfonsina Storni

Un pájaro no canta porque tenga una respuesta, / canta porque tiene una canción.

Maya Angelou

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El canto de las sirenas podía perder a los navegantes; el de una mujer de buena voz puede enamorar a cualquiera. Gracias a Dios, hay mujeres, y ellas tienen muchas más canciones que los pájaros y las sirenas.

La Môme

He aquí dieciséis canciones en voces femeninas; creo que son una muestra elocuente para la tesis que antecede. Edith Piaf (Édith Giovanna Gassion), el Pequeño Gorrión (medía 1 metro 42 cms.), es la encargada de comenzarla, con su Hymne a l’amour. Pocas películas son tan completas y satisfactorias como La Vie en Rose, donde Marion Cotillard se destaca en el papel de Piaf hasta el Oscar a la Mejor Actriz en 2007, el primero a una artista en idioma extranjero, cuando se celebraba la octogésima ceremonia de premiación de la Academia de Artes y Ciencias del Cine. Ella nos hizo amar, todavía más, a La Môme.

Edith Piaf – Hymne a l’amour

La reina del disco

Bueno, para mí la voz más rica, sabia y expresiva de una cantante viva es la de Barbra Streisand. Pudiéramos poner acá muchas canciones que lo comprobarían, pero sonará primero Moon river, cantada en una emisión de radio cuando contaba 19 años de edad. (El año anterior, había hecho su primera presentación en un club gay de Nueva York). Inmediatamente después, canta en dúo con Donna Summer Enough is enough, tal vez la canción más popular de la música disco. (En una divertida aparición en Inside the Actors Studio, Streisand reconoció a James Lipton que mucha gente creyó que era negra, como Summer, al oír su generosa voz sin haberla visto. Acto seguido, se puso de pie y dijo: “Además, cuento con esto”, y se dio una palmada en una notable nalga). Barbra Streisand también recibió un Oscar a la Mejor Actriz (1969) por su papel en Funny girl, y como directora se alzó con el Golden Globe a la Mejor Película por Yentl, en 1984.

Barbra Streisand – Moon river

Barbra Streisand & Donna Summer – Enough is enough

La voz de una caoba

Es también una dama de color Diana Ross, y una magnífica cantante. No lo oculta, al haber filmado Mahogany (caoba), en la que cantó su tema principal: Do you know where you’re going to? En los míticos años sesenta, fue la vocalista principal de Las Supremas; poco después se independizó para una asombrosa y exitosa carrera individual. En 1972 se hizo acreedora al Globo de Oro a la mejor actriz por su actuación como Billie Holiday en Lady sings the blues, papel por el que también fue nominada al Oscar. Escuchemos por ella misma el tema de Caoba.

Diana Ross – Mahogany

La Reina del Jazz

Pero muchos connoisseurs sostendrían fervientemente que la reina de las cantantes negras fue Ella Fitzgerald, y no soy quien para contradecirles. En efecto, se la llamó Reina del Jazz, Lady Ella y la Primera Dama de la Canción. No ganó un Oscar, pero sí trece Premios Grammy (incluyendo el Lifetime Achievement Award en 1967), la Medalla Nacional de Arte de los Estados Unidos, la Medalla Presidencial de la Libertad y el Premio Magnum Opus de la Universidad del Sur de California, que mucho la satisfizo. Era, por otra parte, una dama dada a la más generosa filantropía; todavía hoy, la fundación de caridad que estableció en 1993—tres años antes de su muerte a sus 79 años—, y que lleva su nombre, distribuye ayuda monetaria y propaga los ideales humanitarios de la fundadora. Es un privilegio escucharla en esta gran canción, grabada en vivo, de Cole Porter: I’ve got you under my skin.

Ella Fitzgerald – I’ve got you under my skin

Cantora de su tierra

Mercedes Sosa, la gran cantante argentina, nos entrega ahora la zamba Alfonsina y el mar, que canta el suicidio de la poetisa Alfonsina Storni quien, sola y con cáncer en el pecho, envió a un periódico bonaerense su último poema—Voy a dormir—y se adentró en Mar del Plata para suicidarse de ahogo, como tres años después lo haría Virginia Woolf.

Mercedes Sosa – Alfonsina y el mar

Influyente en el mundo (TIME Magazine)

Tal vez haya sido Argentina un país con cultura de muerte. Uno podría presumirlo leyendo a Jorge Luis Borges—su cuento favorito era El sur, en el que se preludia un deceso tan ineludible como innecesario. En todo caso, Andrew Lloyd Webber compuso en honor a ella el musical Evita, del que el número más famoso es la canción Don’t cry for me, Argentina. La famosísima diva Madonna, a quien el Libro Guinness de Récords la tiene como la vocalista que más ha vendido discos en la historia—por sobre 300 millones—, la interpreta de seguidas.

Madonna – Don’t cry for me, Argentina

Nana te ve bien y canta mejor

Un sentimiento muy diferente se manifiesta en una canción de Simon & Garfunkel, la pareja que produjo la música de The Graduate; es su Feeling groovy (excitante, a la moda), también conocida como la Canción del Puente de la calle 59. Nana Mouskouri es la maravillosa voz de Creta que la canta ahora. Si el secreto de Streisand es su apéndice nasal, el de Mouskouri es haber nacido con dos cuerdas vocales diferentes. Sabe cantar, por supuesto, en griego, pero también lo ha hecho en español y portugués, en inglés y alemán, en hebreo y turco, en galés y holandés, en mandarín y maorí, en italiano y en francés. Y es, como Madonna, una gran vendedora de discos; ya sobrepasa los doscientos millones de copias.

Nana Mouskouri – Feeling groovy

Del álbum de la canción

Todo lo que hizo musicalmente el grupo (trío) español Mecano es bueno. Sus canciones son música inteligente con letra inteligente, y la vocalista de ellas es Ana Torroja, quien interpreta los memorables números con agradable voz aniñada. Ha hecho carrera por su cuenta, pero son ciertamente los números con los hermanos José María y Nacho Cano los que todos apreciamos. Aquí canta Me cuesta tanto olvidarte.

Ana Torroja – Me cuesta tanto olvidarte

No te vayas, Jeanette

Al separarse de Mecano, Torroja cantaba Porque te vas, de José Luis Perales; pero esta canción es propiedad exclusiva de Jeanette (Janette Anne Dimech). Nacida en Londres de padre belga-congolés y madre española, fue criada en los Estados Unidos antes de sentar plaza muy musical en la patria materna. Jeanette añade al alemán y el francés de Mouskouri, el canto en japonés. Ha colaborado con numerosos artistas—Raphael, Sacha Distel, Mocedades, Julio Iglesias—y se dio el lujo de rechazar una oferta de nadie menos que Michael Jackson por no considerarlo musicalmente afín. ¿Qué tal? También, como Torroja, tiene una voz de niña, aunque canta mejor el éxito de Perales, que es también el de su carrera.

Jeanette – Porque te vas

Además, bella

Es hora de regresar a Francia en busca de Mireille Mathieu. A esta chanteuse se la ha declarado la sucesora de Edith Piaf. Este Gorrión de Aviñón, que debutó ante un público a los cuatro años de edad (ganándose una chupeta), era la mayor de catorce hermanos que vivían en la pobreza. Más tarde vería a Piaf en la televisión, y esto marcó su vida. A la fecha, Mathieu ha grabado más de 1.200 canciones diferentes en nueve idiomas (a pesar de su dislexia), y ha vendido 120 millones de discos. Era dueña de un peculiarísimo vibrato que ha perdido con el tiempo, pero eso no le ha impedido codearse con admiradores políticos como François Mitterrand o Vladimir Putin. Su amable tono intimista es perfecto para cantar Ne me quitte pas.

Mireille Mathieu – Ne me quitte pas

La plebeya nórdica

Así como Mecano, el grupo sueco ABBA se caracterizó por la composición e interpretación de buenas y sabrosas canciones. Hasta la grandiosa Meryl Streep quiso protagonizar Mamma mia!, la estupenda comedia musical sobre canciones de ABBA que fue nominada en varios renglones pero no premiada. (Pierce Brosnan recibió el Premio Razzie al Peor Actor de Reparto). Dos eran las vocalistas de este grupo: Agnetha Fâltskog y Anni-Frid Lyngstad (hoy Su Serena Alteza Princesa Anni-Frid Synni Reuss, Condesa de Plauen, luego de su matrimonio con un príncipe alemán de la Casa de Reuss). Es la plebeya de este dúo quien nos canta The winner takes it all, una canción del álbum Super Trouper que hice sonar durante un mes seguido al conocerla cuando mis hijos eran pequeños y me toleraban el abuso. La pieza es referencia al divorcio de Fâltskog y Björn Ulvaeus, uno de los varones de ABBA.

Agnetha Fâltskog – The winner takes it all

La mujer orquesta

Eithne Ní Bhraonáin no es nombre eufónico o fácil de recordar; por eso su dueña prefirió ser conocida como Enya. La cantautora e instrumentista irlandesa es conocida en el mundo entero por sus piezas de textura céltica, que consigue en el folclor de su tierra. En el primer año del tercer milenio cristiano, fue la cantante con más discos vendidos en el mundo. Se ha ocupado hasta del río Orinoco (Sail away), y ha recibido una nominación al Oscar y cuatro Premios Grammy. Nicky Ryan produce sus discos y Roma, su esposa, escribe las letras, a menos que estén en irlandés. Todo lo demás, la vocalización, la percusión y la ejecución de los demás instrumentos, es hecho por la elegante Enya quien, naturalmente, escribe los versos irlandeses. Es ella sola una fábrica de música. Aquí hace sonar todo lo que suena en Only time.

Enya – Only time

La voz de la paz

Llegados a tierras británicas, consideremos a una cantante que cantando dos veces fue escuchada por cinco mil millones de personas. Es Sarah Brightman, que lo hizo en los Juegos Olímpicos de Barcelona con José Carreras para una audiencia de mil millones de televidentes y con Liu Huan en los de Beijing, cuando fue oída por cuatro mil millones de pares de orejas. (Claro, hay más chinos que catalanes). Se la define como voz del crossover clásico—piezas de música culta que llegan a hacerse populares, como el reiteradísmo Canon de Pachelbel—y logra descollar en tal menester con un rango vocal de tres octavas, un véritable monstre à musique. Tan sólo del dueto que grabó con Andrea Bocelli—Time to say goodbye—vendió doce millones de copias, y ha recogido hasta ahora sólo unos ciento ochenta discos de oro y de platino. La UNESCO la nombró su Artista para la Paz del período 2012-2014, en reconocimiento a su “compromiso con las causas humanitarias y caritativas, su contribución, a través de su carrera artística, a la promoción del diálogo cultural y el intercambio entre culturas, y su dedicación a los ideales y objetivos de la Organización”. ¿Qué puede hacerse con un engendro de esa naturaleza? Hay que matarlo. Encaramémosla, pues, en el Titanic (armado en Belfast, en suelo celta) y obliguémosla a cantar el tema principal de la película de James Cameron. Iremos con ella, pues con ella hay que morir.

Sarah Brightman – My heart will go on

La novia eterna

Cercanos a Terranova, nos conseguimos a Celine Dion. (Céline Marie Claudette Dion, Compañera de la Orden del Canadá, también condecorada con la Orden Nacional de Québec). Es una cantante magnífica, de dulce y poderosa voz. Su primer disco fue posible gracias a que su futuro marido, René Angelil—un auténtico ángel—, hipotecó su casa para producirlo en 1981, cuando Celine tenía trece años y él 39. (Luego de seis años se empataron y más tarde se casaron, en 1994; en 2000 renovaron sus votos en nueva luna de miel en Las Vegas. Tienen tres hijos varones; dos de ellos mellizos concebidos por fertilización in vitro y traídos por cesárea. Son insistentes en su amor). Dion es la artista canadiense del canto más vendedora de todos los tiempos. Viéndonos pasar, canta My heart will go on, una versión que es a la que escuchamos de Brightman lo que entre sí son las Gymnopedies de Erik Satie.

Celine Dion – My heart will go on

La chica del cabaret

Pero, premunidos por un druida allegado a mares canadienses, nos agenciamos puestos con Brightman en un bote salvavidas y llegamos, a pesar del naufragio, sanos y salvos en el Carpathia a la isla que los lenapes nombraron Mana-hata. La maga Enya dispuso que una máquina del tiempo nos adentrara en el futuro, y en Manhattan escuchamos a Liza Minnelli, la impar hija de Judy Garland, cantar New York, New York. Allí nos quedamos un buen tiempo.

Liza Minnelli – New York, New York

El viaje ha concluido con un descubrimiento: “Sin la música, la vida sería una equivocación”, dijo Federico Nietzsche, pero sin la voz de la mujer la propia música sería un error. ¶

LEA

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Borges, une autre fois

 

Ocho minutos de conversaciones (1976, 1981) entre Jorge Luis Borges y Joaquín Soler Serrano, el gran entrevistador español.

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Se lee en Pierre Menard, autor del Quijote:

Es una revelación cotejar el don Quijote de Menard con el de Cervantes. Este, por ejemplo, escribió (Don Quijote, primera parte, noveno capítulo):

…la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir.

Redactada en el siglo diecisiete, redactada por el “ingenio lego” Cervantes, esa enumeración es un mero elogio retórico de la historia. Menard, en cambio, escribe:

…la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir.

La historia, madre de la verdad; la idea es asombrosa. Menard, contemporáneo de William James, no define la historia como una indagación de la realidad sino como su origen. La verdad histórica, para él, no es lo que sucedió; es lo que juzgamos que sucedió. Las cláusulas finales —ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir— son descaradamente pragmáticas.

A Richard Burgin admitió en Cambridge (Massachussetts) que en cuanto leyó dos capítulos del Quijote, siendo todavía un niño, deseó aprender el español antiguo, como décadas más tarde aseguró que Pierre Menard se propuso, y creó este personaje el mismo año cuando su padre moría, y él es Menard y su padre Cervantes. (Notas para un Hormiguero).¶

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Pantaleón y las visitadoras

Fotograma de la película homónima de 1999

 

Tomado de

Fernández, Tomás y Tamaro, Elena

Pantaleón y las visitadoras

 

Publicada en 1973, el título de esta novela del escritor peruano Mario Vargas Llosa alude al nombre de su protagonista, el militar Pantaleón Pantoja, y a su equipo de “visitadoras”, prostitutas al servicio del ejército. Al principio de la novela, el capitán de intendencia Pantaleón Pantoja es un joven oficial sin vicio alguno: no fuma, no bebe y no va con mujeres; su hoja de servicios es impoluta y por donde ha pasado ha dejado un buen recuerdo. Hace poco que se ha casado con Pochita, y ambos viven con la señora Leonor, la madre de Pantaleón.

Los superiores de Pantaleón lo eligen entre ochenta oficiales más para una importante misión. El asunto para el que se requiere su servicio es muy delicado; deberá trabajar en el máximo secreto, con la máxima discreción. En la provincia de Iquitos, en la Amazonia, los soldados de las guarniciones viven en malas condiciones; a la dificultad de vivir en plena selva se añade el problema de que no tienen mujeres, y se dedican a perseguir y a violar a las de los poblados de aquella región.

Hasta tal punto es grave el asunto que se han levantado muchas protestas contra los soldados y el ejército. Los generales están muy preocupados y han ideado una solución: se creará un servicio de “visitadoras” para desahogo del ejército. Y quién mejor para organizarlo y dirigirlo que ese joven discreto, honesto y buen oficial que es el capitán Pantaleón Pantoja.

A Pantaleón no le agrada demasiado la orden de sus superiores; se había presentado ante ellos esperando algún honroso destino, y va a convertirse en una especie de alcahuete del ejército. ¿Qué le dirá a su esposa? ¿Y a su madre? Sus superiores le ordenan que guarde el máximo secreto: no puede decir a nadie lo que va a organizar en Iquitos. Ni siquiera podrá vestir su uniforme de capitán; deberá llevar ropa civil. Será un comerciante que se instala en Iquitos por asuntos de negocios. Pantaleón Pantoja es un excelente oficial, y obedece a sus superiores sin rechistar.

En cuanto se trasladan a la nueva ciudad, Pantaleón pone manos a la obra. Para sorpresa de su mujer y de su madre, sus hábitos cambian. El capitán empieza a salir por las noches y vuelve a casa a altas horas de la madrugada. Y es que Pantaleón Pantoja se toma su trabajo a conciencia. Ya en el primer informe que envía a sus superiores, perfecto en su forma y fondo, hace una minuciosa exposición de cómo está el ambiente de la prostitución en la ciudad de Iquitos. Deberá reclutar un número determinado de prostitutas, “visitadoras”, proporcional al número de soldados que necesitarán sus servicios. El capitán Pantoja realiza unos cálculos aproximativos, en los que incluye hasta el número de coitos semanales más conveniente para los soldados.

Un individuo llamado Porfirio Wong lo pone en contacto con los ambientes de diversión a los que concurren las prostitutas, y a través de ese mestizo conoce a Leonor Curinchila, alias Chuchupe, que regenta uno de los locales y que le pone al corriente de los servicios que realizan estas mujeres con todo lujo de detalles, de la duración más conveniente de tales servicios y de las tarifas que cobran. Poco a poco el capitán Pantoja se va convirtiendo en un especialista en la materia. Del mismo modo que siempre ha cumplido con extrema pulcritud todo lo que se le ha ordenado, también en esta ocasión dedica todos sus esfuerzos al cumplimiento de la orden recibida.

El “Servicio de Visitadoras” empieza a tomar forma. Pantaleón ha encontrado un local que han limpiado y ordenado y que incluirá una enfermería con medicamentos. Sin embargo, su incuestionable acto de servicio se ve empañado por la angustia que al pobre capitán le produce la íntima seguridad de que Pochita y la señora Leonor van a enterarse algún día de la verdad. Lo cierto es que dirige una compañía formada por prostitutas uniformadas, y se siente humillado, avergonzado y dolorido cuando la compañía que ha creado desfila ante sus superiores. Debajo de aquellos uniformes de su ejército están Chuchupe, Wong (que lleva el estandarte de alférez) y todas sus pupilas. Tarde o temprano, piensa Pantaleón, su mujer y su madre se enterarán. Y más aún ahora que en los alrededores de Iquitos está el Hermano Francisco, un predicador que anatematiza a todos aquellos que considera pecadores y que ha encandilado a su madre. Ese hombre tiene ya una multitud de seguidores en toda la Amazonia.

El servicio especial del capitán Pantoja se perfecciona de tal manera que dispone de un barco y de un avión para el traslado de las visitadoras a las distintas guarniciones. Su celo ha conseguido un servicio tan extraordinariamente eficaz que la noticia ha corrido por la ciudad de Iquitos y lo han bautizado con el nombre de “Pantilandia”. El joven capitán lleva las cuentas al céntimo; el médico pasa una revisión periódica a las prostitutas para prevenir las posibles enfermedades; y él sigue tan honesto, serio y entero como siempre. Hasta que aparece la Brasileña, una prostituta recién llegada de Brasil, antigua conocida en los ambientes nocturnos de Iquitos, y el pobre Pantoja se siente irremediablemente atraído hacia ella.

Mientras tanto, los rumores sobre Pantilandia se van extendiendo por todo el departamento de Loreto. No existe un loretano que ignore que un tal Pantaleón Pantoja dirige el más próspero negocio de prostitución de la región, pero su mujer, que está esperando un hijo, todavía lo ignora, aunque ya ha oído hablar de Pantilandia. Al mismo tiempo, la secta del Hermano Francisco va captando adeptos en toda la selva. A instancias suyas, en una aldea se ha crucificado a un niño y a un anciano para ahuyentar las lluvias, y también a instancias suyas se crucifican animales por toda la Amazonia.

Un famoso locutor de Iquitos, el Sinche, se erige entonces en portavoz de la moral y del antisectarismo pseudocristiano. Al no lograr ser partícipe del negocio de Pantaleón, el Sinche lo divulga a través de un programa de radio dando nombres y apellidos: la mujer de Pantaleón conoce finalmente la verdad, y abandona al marido llevándose consigo a la hija de ambos. Imbuido de su deber militar, Pantaleón aguanta. Se siente sucio y herido; tiene que pasar revista a las visitadoras y le da la sensación de que se han transformado en monstruos enormes que avanzan hacia él. Dejando a un lado sus principios se ha enredado con la Brasileña, y no puede vivir sin ella.

Mientras tanto, el Hermano Francisco y sus seguidores, que se cuentan a miles, siguen avanzando por la selva. En pocos meses han crucificado a seis personas; el ejército, ante estas circunstancias, decide enviar un destacamento para detener y encarcelar al Hermano Francisco. Uno de los generales, Collazos, propone a Pantaleón ampliar el servicio de visitadoras a los suboficiales y oficiales; no le parece justo que la tropa goce de tal privilegio y los oficiales no. El buen Pantaleón se pone manos a la obra. En todas las guarniciones no se habla de otra cosa; el servicio de visitadoras es un asunto prioritario, y los demás quedan en un segundo plano.

La desgracia, sin embargo, se cierne sobre el capitán y su organización. Cierto día, cuando las mujeres viajan en el barco que las lleva a una guarnición próxima al río, son raptadas por un grupo de hombres que abusan de ellas. Cuando los soldados acuden a rescatarlas, la Brasileña muere de un disparo; los secuestradores aprovechan el incidente para clavarla en un árbol y achacar así la culpabilidad a los seguidores del Hermano Francisco. El capitán Pantoja organiza un entierro con honores militares para la Brasileña. Los habitantes de Iquitos y los medios de comunicación se escandalizan ante el despliegue militar en honor de una prostituta, y las protestas llegan hasta los superiores de Pantaleón.

Todo el país acaba conociendo lo ocurrido. Pero, a nivel oficial, el ejército nada tiene que ver con el asunto de las visitadoras: según sus comunicados, jamás han sido militarizadas y jamás el ejército ha encargado a un oficial semejante servicio; se trata de un asunto civil que nada tiene que ver con ellos. El capitán Pantaleón Pantoja se convierte en el único responsable del entierro de la Brasileña; los soldados que escoltan el féretro, vestidos con sus uniformes, no hacían más que cumplir sus órdenes. Y los superiores acusan a Pantoja de haber cubierto de ridículo al ejército.

Negada su existencia, el servicio de visitadoras queda clausurado, y todo el trabajo y los esfuerzos de Pantaleón desaparecen de un plumazo. Sus superiores le aconsejan que presente una dimisión honrosa, pero Pantaleón se niega en redondo: aunque su hoja de servicios se vea afectada, él es un militar y lo seguirá siendo mientras viva, por más que lo destinen como soldado raso al fin del mundo. Y mientras se envía a Pantoja a un lugar perdido en los Andes, el Hermano Francisco muere crucificado a petición propia, antes de caer en manos de las Fuerzas Armadas; encuentran su cadáver casi irreconocible, días después, en estado de putrefacción.¶

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