Nos convocó el libro Largo pétalo de mar, de Isabel Allende, Premio Nacional de Literatura 2010 de su país, Chile.
Con sus libros traducidos a 42 idiomas, y siendo miembro de la Academia Americana de Artes y Letras, su obra sigue siendo tan leída como criticada, por tener mucho de “literatura comercial, historias y personajes repetitivos, estereotipos femeninos caducos”. Sin embargo, sus narraciones son entretenidas—no es difícil dejarse atrapar por ellas—y tienen el mérito de atraer a un público masivo.
El libro se basa en la historia del carguero Winnipeg, que es gestionado por el poeta Pablo Neruda, con dos mil españoles republicanos en 1939, para ser trasladados de Barcelona a Valparaíso, huyendo de la Guerra Civil Española.
Narra la relación de Roser Bruguera quien, habiendo vivido una historia sorprendente—va desde ser cuidadora de cabras hasta pianista consagrada—se embarca en el buque, con el médico Víctor Dalmau después de haber cruzado los Pirineos y permanecer un tiempo en un campo de concentración en Francia.
Casados por conveniencia para poder acceder al cupo en el buque como familia, estando ella embarazada de Guillem Dalmau, hermano de Victor fallecido en la guerra, la convivencia los hace enfrentar juntos la migración, apoyándose para sobrevivir, y la relación se convierte en una historia de amor que durará toda la vida. Como dice la autora: “Si uno vive lo suficiente, todos los círculos se cierran”.
Se integran al trabajo y a la vida social, especialmente Víctor al convertirse en gran amigo de Salvador Allende por la afición de ambos al ajedrez. El golpe de Estado que derroca a este último hace que la pareja y su hijo se encuentren nuevamente desarraigados. Los personajes descubren que en una sola vida caben muchas vidas, y a veces lo difícil no es “Huir sino volver”.
A pesar de haber sido considerado light, el libro obtuvo una calificación de 7 puntos. Fue opinión de la mayoría que, debido a los tiempos que vivimos y al hecho de haber leído últimamente libros de mucha mayor profundidad, hacía falta una lectura ligera como ésta.
Historia de exilio, horrores de la guerra, desarraigos, angustia ante lo desconocido, amor, amistad, gratitud, despedidas y encuentros. A todas nos marcó el tema de la migración, por la similitud con nuestra realidad actual, especialmente de las familias divididas, los cambios culturales y de vida, para adaptarse a una nueva sociedad.
Para la mayoría, el personaje de Roser, está muy por encima del de Víctor Dalmau.
-Ella fue el alter ego de Isabel Allende. Todas las iniciativas, y la estructura familiar, fueron creadas por ella. Se le presentaron las oportunidades y las supo aprovechar…
-Un libro con las historias bien hilvanadas, bien documentado, aunque la autora acepta que no tuvo que investigar mucho…
Todas estuvimos reconocimos la manera noble y afectuosa con que describe su relación con nuestro país, en el cual vivió varios años y del que conserva los mejores recuerdos, aunque ha afirmado que no fueron una de las etapas más productivas de su vida literaria.
Algunas intervenciones consideraron al libro”flojo al extremo”, “igual a sus demás libros”, un “suspiro sin fuerza”, algo parecido a la “espuma que deja el barco en el mar”.
En definitiva, fue un libro que nos permitió con su lectura una tarde entretenida, tocando temas que nos llegan muy de cerca, en la cual todo fue light menos la delicia de merienda. (Con el Ávila como testigo, bautizamos a la torta Winnipeg para la posteridad).
Extrañamos mucho al número importante de las ausentes.
Un compromiso grande suplantar a la maestra escritora estrella y sus minutas magistrales…
Hormiga Repostera Rose
¡¡¡Que vivan las Hormigas!!!
Rosa Elena Larrazábal
______________________
Comentarios