Un libro extraordinario

 

Pocas veces habíamos tenido tanta participación del grupo. Todas las Hormigas—las viajeras, las que no pudieron asistir y las quince presentes—leyeron el libro, lo terminaron y tuvieron algo que decir de esta sorprendente obra de Maggie O’Farrell (1972, Coleraine, Irlanda del Norte).

Acompañamos a la autora al siglo XVI y compartimos la vida cotidiana de la familia de un genio de todos los tiempos, en la que está basada. Hay poquísimos datos duros acerca de esa vida, a pesar de que muchos y sabios investigadores de todas las especialidades imaginables y en todas las épocas, han buscado y rebuscado tratando de desentrañar el misterio de cómo un talento como ése pudo existir y sobrevivir para desarrollar su maravillosa obra en esa época tan difícil.

Un estudio publicado en la South African Journal of Science reveló que «pipas desenterradas de la casa de Shakespeare en Stratford-upon-Avon contenían restos de cannabis». El análisis químico se llevó a cabo después de que investigadores plantearan la hipótesis de que la «conocida hierba» (noted weed) mencionada en su Soneto n.º 76, y el «viaje en mi cabeza» (journey in my head) del Soneto n.º 27 podrían hacer referencia al cannabis y a su uso. (Wikipedia en Español).

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Hamnet Shakespeare (bautizado el 2 de febrero de 1585 – sepultado el 11 de agosto de 1596) fue el único hijo varón de William Shakespeare y Anne Hathaway, y hermano mellizo de Judith Shakespeare. Murió a los once años de edad por causas desconocidas. Existen numerosas teorías que señalan que su muerte inspiró a su padre a escribir Hamlet, obra probablemente compuesta entre 1599 y 1601. (Ídem).

Maggie O’Farrell llena los vacíos de esa vida con ficción, seguramente basándose en una investigación exhaustiva de las condiciones de vida a finales de ese siglo y, especialmente, en el verano de 1596, cuando muere Hamnet. Gracias a su desbordada imaginación y sus excelentes descripciones, el lector se ubica perfectamente en la época, con sus costumbres y particulares condiciones de vida en esa Inglaterra rural.

Aunque no nombra a Wiliam Shakespeare, el padre del muchacho es el personaje masculino más importante de la novela y su presencia ronda cada capítulo. Pero ésta es una novela femenina; el personaje principal es la esposa del genio: Agnes, Anne Hathaway, botánica y yerbatera, médica y curandera, adivina y un poco bruja. Una mujer diferente a las demás, con una gran sensibilidad e inteligencia conectadas a la naturaleza pues, aunque no sabía leer las letras, sí leía a las personas y vislumbraba en ellas el futuro. Gracias a eso supo descubrir en él, cuando era sólo un muchacho y se enamoraron, la fuerza que contenía y la trascendencia de sus dones. Por eso, después, lo impulsa a separarse de ella para buscar el futuro a pesar del dolor de su ausencia. Es una historia de amor femenino, de hija, de hermana, de esposa, de madre. Una que se desarrolló en un tiempo muy remoto pero que se repite a través del tiempo. Es la historia trágica de la muerte de un niño, de un hijo, la desesperación por revivirlo y la culpa terrible de su madre por no haberlo salvado.

A algunas Hormigas les costó al principio su lectura. Su narrador, omnisciente pero profundamente perceptivo, no es fácil de comprender; pero muy rápidamente el libro comienza a aclararse y el lector se acostumbra a su forma de tratar las diferentes épocas y su habilidad para mostrar los personajes. Se convierte entonces en un libro fácil de entender, dulce, suave, muy poético a pesar del doloroso tema. Es una novela que engancha, conmueve y deja huella. Seguimos pensando en ella después de que la terminamos. Los personajes están tan bien logrados, son tan reales y humanos que una llega a conocerlos íntimamente y a comprender sus reacciones y motivaciones, empatizando hasta con los más crueles.

Trata los difíciles temas del amor y el sexo, el duelo, la enfermedad y la muerte con sutileza y profundidad que conmueven, sin drama ni exageración. Moviliza nuestras emociones con su relato, haciéndonos partícipes de cada uno de los sentimientos de los personajes. Muchas lloraron por la fidelidad con que trata el tema de la muerte y de la culpa que produce en los sobrevivientes, por la claridad con la que expresa las diferencias de ritmo en cada personaje al manejar el duelo. Emociona la claridad con la que plasma esa relación de amor particular entre los hermanos gemelos que, en este caso, le da un cambio a la historia y logra engañar a la muerte.

Hamnet vuelve a tener la misma sensación que ha tenido toda su vida: que su hermana es la otra cara de sí mismo, que los dos encajan a la perfección, ella y él, como las dos mitades de una nuez. Que sin ella está incompleto, perdido… Son los dos uno y el mismo.

Hamnet fue publicada en 2020, justamente en el año en que comenzara la pandemia de coronavirus. Nunca una novela nació en momento más apropiado; hay un capítulo magistral sobre cómo llegó la peste negra hasta un pueblo de Inglaterra en el cuerpo de una pequeña pulga. Hay credibilidad en el relato; los detalles son perfectos y hasta jocosos a pesar de la tragedia que conlleva. Pero también deja enseñanzas morales e intelectuales que se puede encontrar por toda la novela, que culmina con un final que es lo mejor de todo el libro.

Una muerte en la familia trae dolores y cambios que parecen desastrosos. El pasado reaparece repartiendo culpas a diestra y siniestra, sin compasión ni justicia. Algunos se hunden por mucho tiempo; otros buscan salidas a su dolor, enfrentándolo y cambiándolo, como en este caso que trajo la inspiración al más grande dramaturgo de la historia.

El promedio de nuestra puntuación fue de ocho y medio (8,5), pero hay que hacer notar que hubo tres dieces, lo que no pasaba hace tiempo. Sólo a una Hormiga no le gustó mucho el libro; las demás disfrutamos de su modernidad, su sencillez y su poesía en el lenguaje, su profundidad y humanidad, la pericia con que su autora nos trasladó a la antigüedad, a la intimidad de la familia del mismo Shakespeare.

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Cuatro voraces hormigas

La tarde, en la espectacular terraza de Silvia, fue deliciosa; la temperatura era perfecta y maravillosa la cordillera cercana, arropándonos con su destello verde. Los sánduches de Appetito Café con que nos obsequió la anfitriona fueron un éxito, así como una bebida refrescante y exótica que descubrió, estupenda. Claro que lo mejor fueron las amigas, los comentarios cada día más atinados del grupo y la seriedad con que nos hemos tomado nuestro querido club de lectura.

Como viene María Eugenia desde Chile, y para podernos reunir pronto, vamos a leer una novela corta titulada La perra de Pilar Quintana. Para las Hormigas que les sobre tiempo, está sugerido también Cáscara de nuez de Ian McEwan. NS

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Un esclarecedor video sobre el libro fue aportado por Chicha:

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