Cuánto rencor acumulado entre los muros del reclusorio, Una central eléctrica del rencor.
Matar a alguien no deja indiferente a nadie. A nadie. No se mata a sangre fría, como piensan los que no han matado. Se mata a sangre caliente. Un avispero recorre las venas de quien asesina.
Yo no pude dejarlo. Ya había luchado y avanzado, por el lenguaje soez y las escenas más sórdidas que pueden ocurrir en una cárcel latinoamericana en nuestro complicado siglo XXI, y estaba atrapada.
…Los presos resisten. Luchas cuerpo a cuerpo. Sólo se ven sombras… Pasillos atascados de cuerpos. Olor a sangre. Olor a vidas que se fueron. Pasos. Ráfagas de metralleta. Aullidos de dolor. Pedidos de clemencia… Son cientos marchando en el corazón de las tinieblas.
Recuerdo que en un curso de escritura de cuentos, la profesora insistía en apelar al morbo del lector. Guillermo Arriaga Jordán (Ciudad de México, 13 de marzo de 1958) los llama y utiliza a todos los tipos de morbo. Rebusca y encuentra cómo mostrar la peor cara de la realidad carcelaria, de la familia disfuncional, del sexo, de las adicciones, de un país en guerra entre los narcos y los corruptos, del racismo y el odio al indígena, del hambre y la pobreza extrema, de los matrimonios congelados, de los negocios turbios y el dinero mal habido; en fin, muestra lo peor de esa vida.
… ¿Por qué él y no yo? Imagino tu respuesta <<él era rubio y tú prieto>>. Considerabas que en nuestro país se desplegaba un racismo por <<goteo>>. Las telenovelas solo elegían protagonistas <<güeritos>>. Los comerciales… sólo presentaban blancos. Nosotros, los morenos de pelos lacios y de facciones toscas, no cuadrábamos en los cánones de belleza, del estatus y del poder. La blancura como única vía de acceso a las esferas políticas y sociales más altas.
Complica más aún el avance en la lectura de la novela el lenguaje, los idiomas. Aquí agradezco la exposición intensiva al cine mexicano de mi infancia, que me dio una buena base para avanzar en la lectura del calé mexicano—lunfardo ixatapaleño, lo llama el autor—que él intercala con frecuencia en el texto. Con el resto de extrañas palabras utilicé el diccionario y no siempre las encontré. Ese lenguaje con groserías, que choca como patada en el estómago, puede estar en un mismo párrafo con palabras en inglés o en perfecto castellano, o con palabras inglesas escritas como suenan en castellano: beibi. No es fácil.
La única voz femenina es clara y convincente. Sus sentimientos y certezas se trastocan cuando se enamora y se interna en un mundo desconocido y aterrador. Es un personaje casi real, como los otros, aunque yo, como mujer, eché en falta eso que todas, todas las mujeres tenemos: una amiga, una hermana, una madre, una mujer que interprete al mundo como nosotras y sea nuestra confidente. Al menos una; en la mayoría de los casos son varias.
Sonaba todo tan irreal. En cada escuela para burguesitas debían impartir las materias de Calle I, Calle II, Calle III y así desde la primaria hasta la universidad
Uno da por sentada la vida y de pronto llega un relámpago que detona una a una nuestras certezas… aprecié el presente. Lleno de agitación y sobresaltos, al menos vital, furioso. Mi educación desde niña estuvo enfocada al futuro, siempre al futuro. La energía derrochada en persecución de un intangible. Porque, al fin y al cabo, creer en el futuro es un acto de fe, una apuesta. Y si de apuestas se trataba prefería apostar al presente con el hombre que amaba… Había ido contra la naturaleza materna y encima contra el sentido moral y ético que con tanto afán me habían procurado monjas, familia, padres y amistades.
Todos los amigos de Marina son hombres y, aunque algunos son gays, no es lo mismo.
En estos tiempos ser homosexual carecía de cualquier rasgo transgresor. Es más, el capitalismo se había apoderado del discurso gay y lo había comercializado. Resorts gay friendli, ciudades gay friendli, antros gay, wedding planners para bodas gay…
Guillermo Arriaga narra la misma historia desde distintos puntos de vista, técnica que en lo personal me gusta; retrata con claridad la psicología de cada personaje y son muchos. La puntuación, en especial en los diálogos, no es la normal pero se entiende perfectamente quién habla. Es moderno en su técnica literaria de introducir diferentes tipos de texto; lo innovador en esta novela, es que todos son escritos en primera persona. Hay múltiples narradores, son muchas las voces que narran y todas son fácilmente distinguibles. Es un libro en el que hasta los muertos tienen derecho de palabra.
Deberían fusilar en retroactivo al hombre que inventó la cárcel. Eso de expulsarlo a uno de la vida es lo más cruel del mundo… Y uno puede salir de la cárcel, pero la cárcel no sale nunca de dentro de uno… y aunque estés ahí sólo un par de semanas, ahí va la cárcel contigo para todos lados… La cárcel no sale de uno jamás. La condena es para siempre… No hay nada, créeme, que supere la libertad, Nada, lo que se dice nada.
Como en muchas de las historias mexicanas el primer protagonista es el amor, uno impensable pero no imposible. Rodeado y presionado por todas las fuerzas modernas del bien y del mal, y que, contra todo pronóstico, se mantiene. Es un amor creativo entre la literatura de él y la danza de ella. El arte es su escape al dolor del amor y mejora, engrandece y prospera mientras más sufren.
Escribir para rebelarse. Escribir para reafirmarse. Escribir para no enloquecer. Escribir para apuñar. Para apuntalar. Para apurar. Escribir para no morir tanto. Escribir para aullar. Para ladrar, para tirar tarascadas, para gruñir. Escribir para provocar heridas. Escribir para sanar. Escribir para expulsar, para depurar. Escribir como antiséptico, como antibiótico, como antígeno. Escribir como veneno, como ponzoña, como toxina. Escribir para acercarse. Escribir para alejarse. Escribir para descubrir. Escribir para perderse. Escribir para encontrarse. Escribir para luchar. Escribir para rendirse. Escribir para vencer. Escribir para sumergirse. Escribir para salir a flote. Escribir para no naufragar. Escribir para el naufragio. Escribir para el náufrago. Escribir, escribir, escribir…<<Una frase, una sola que te cambie la vida>>… de esas cuyo punch le saque el aire al lector y lo obligue a detenerse a mitad de página para inhalar hondo… Frases que nadie cita pero que todos recuerdan…
Hay una belleza escondida en ese amor desesperado que ni la sordidez del ambiente, ni la infidelidad traicionera, pueden tapar.
Son toneladas lo que pierde un hombre cuando pierde a una mujer… En una morra un bato haya la calma, el arrebato, la pasión, el sosiego, la aventura, la estabilidad, la locura, la cordura, la vida y a veces haya el amor y con el amor el sentido y con el sentido el propósito y con el propósito el bato se topa de nuevo con la mujer… y ellas no tienen ni la foking idea de cuánto pesan en la vida de ellos, ni cuán cabrón es el deseo de sumergirse en el mundo cálido y suave y dulce que es el cuerpo y corazón de una morra… son como peceras, como albercas, como mares, como ríos, como océanos y hasta como charcos.
–Bato: hombre tonto, torpe o de modales poco refinados. Morra (México): Chica, chavala, joven, niña.
Siempre encuentro en mis lecturas de ficción algo que me trae a la grave situación política de mi país. Siempre duele, siempre da miedo.
La turba sedienta calla. Han deseado por años este momento y ahora temen perder a su enemigo. Se extraviarán sin la fuerza oscura proveniente de ese otro. Descubrirán entre sí a nuevos adversarios. Algo hay de repugnante en ellos, un hálito monstruoso ocultado por años bajo el manto del enemigo común. No tardará en aparecer de entre sus filas el heredero de la destrucción.
El texto se dirige directamente al lector; parece que le hablara de frente, nos hace partícipe de la traición y el delito al desear que los amantes puedan verse y volverse a encontrar. Nos hace pensar en la novela cuando no estamos leyendo, y deseamos continuar—a través de las ochocientas ochenta y ocho páginas en mi iPad—, para saber qué va a pasar. Y la verdad es que sorprende el desenlace; tiene un buen cierre. Creo que es la experiencia del autor como guionista de cine la que le imprime ese ritmo frenético a la historia.
A pesar de lo duro del tema, y el profundo desagrado que me causó el transitar por este submundo sórdido, le daría ocho puntos de diez a la novela. Por moderna, por buenas técnicas literarias, por mantener la atención en una historia cruda y desagradable, por mostrarme un mundo desconocido.
Deseaba contarle que entre custodios y convictos había chanza de convertirse en carnales y que reos habían hecho compadres a sus torturadores. Pasados los encontronazos, quedaba el sedimento de lo humano, como quedan pepitas de oro en las arenas de los ríos revueltos. Ahí en el cieno, también habitaban la lealtad y el perdón.
Ocho, reitero. NS
______________________
Impactante novela; desde que vi el libro como un bloque y me enteré de su tema me imaginé lo difícil de esa novela. Mientras la lees la odias y una vez que la superas te gusta haberla leído.
Seguro que Arriaga hará una película de este libro; como que la voy a esperar, no se si lo leeré.
Excelente minuta como siempre; nos das muchas luces.